Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura) La malnutrición se define como una condición fisiológica anormal causada por un consumo insuficiente, desequilibrado o excesivo de los macronutrientes que aportan energía (carbohidratos, proteínas y grasas) y los micronutrientes (vitaminas y minerales) que son esenciales para el crecimiento y el desarrollo físico y cognitivo.
La malnutrición incluye el sobrepeso y obesidad, así como la desnutrición aguda (relación del peso / talla), la desnutrición global (peso para la edad) y la desnutrición crónica (talla para la edad). En este artículo hablaremos de la malnutrición en la etapa infantil.
Durante la etapa de la infancia es importante que el niño/a reciba todos los nutrientes para un buen crecimiento y desarrollo cognitivo. Un niño puede presentar desnutrición debido a muchos factores como:
- Mala alimentación
- Falta de la disponibilidad de alimentos
- Trastornos alimentarios
- Dificultad para la absorción de nutrientes debido a una enfermedad
Para evitar este tipo de malnutrición es importante que dentro de la alimentación de los niños no se excluya ningún grupo de alimento, se debe de incorporar siempre (carnes, lácteos, frutas y verduras, cereales, grasas saludables como Aceite Ideal y azúcares naturales en menor cantidad como la miel de abeja). También, los padres juegan un papel muy importante en esta etapa, ya que son ellos los que preparan sus alimentos por lo que deben de tener la mayor higiene posible tanto personal como de los alimentos, ya que una de las causas principales de la desnutrición es la presencia de enfermedades gastrointestinales como la diarrea, lo que hace que el niño deje de comer y comience a perder los nutrientes necesarios que le ayudan a tener un peso saludable.
Ahora bien, el lado contrario de la desnutrición es el sobrepeso y la obesidad, pero ¿Por qué se da esta situación en niños? Muchas de las razones por las que pueden presentar sobrepeso y obesidad son:
- Consumo excesivo de alimentos procesados con altos niveles de azúcar, grasas trans y sal.
- Falta de actividad física.
El sobrepeso y la obesidad pueden prevenirse mejorando sus hábitos de nutrición y salud. No es recomendable que los niños realicen una “dieta o plan nutricional” porque para ellos es difícil apegarse a este método. Lo ideal es que, los padres comiencen a educarlos desde pequeños creando hábitos saludables que puedan mantener a largo plazo. La OMS (Organización Mundial de la salud) nos brinda estas recomendaciones para reducir el riesgo de sobrepeso y obesidad:
- Promover el consumo de alimentos saludables
- Promover la actividad física
- Para niños en edad escolar, promover entornos escolares saludables, alimentos nutritivos y actividad física
- Control de peso a través de servicios que los ayuden a modificar su tipo de vida.
Quiero hacer énfasis en que, en esta etapa los niños siguen los ejemplos de sus padres, por lo tanto, es sumamente importante que como padres se pueda dar el mejor ejemplo, promoviendo hábitos de alimentación saludables. Se recomienda que en la mayor parte del tiempo puedan incluir a sus hijos en la selección y preparación de los alimentos para que puedan aprender los beneficios de una alimentación saludable y que puedan crear este hábito a largo plazo.
Si quieres saber más sobre cómo incorporar hábitos de alimentación saludable a tus hijos te invito a que consultes con tu Nutricionista Ideal.