Una vida sana se puede cultivar de múltiples maneras, como, por ejemplo: teniendo una vida saludable en lo que respecta a lo físico, haciendo ejercicio, comiendo saludable, tener vacaciones, viajar por el mundo, etc.
Para vivir una vida plena se debe saber manejar las emociones, y no dejarlas que se acumulen en el cuerpo ya que pueden ocasionar enfermedades tanto físicas como trastornos mentales que llevan a la persona a colapsar sin poder tomar las mejores decisiones en su vida.
Cultivar una vida sana no es fácil, requiere de un proceso en la vida para poder tener pensamientos y sentimientos positivos que ayuden a la persona a sentirse con optimismo, tranquilidad, paz y a vivir plenamente. Muchas veces se presentan pensamientos y sentimientos negativos que pueden afectar el diario vivir. Aquí se menciona algunas de los sentimientos que pueden provocar el no llevar una vida sana:
La culpa
Uno de los sentimientos que hace mucho daño es la culpa, la cual es una emoción que paraliza e impide a las personas a dar todo lo que tiene, la culpa es odio, venganza, cólera guardada a si mismo reprochándose todo el tiempo por la vida que le toco, y señalando a otra persona de lo que le pasa, algunas veces sin darse cuenta se le da espacio a la culpa dentro de las emociones. La culpa puede ser la causante de una depresión, tristeza, remordimiento, lamento, impotencia, angustia y frustración.
Víctima
Víctima es haber recibido algún daño por otra persona y puede que sea muy doloroso, pero es importante implicarse activamente en la solución y recuperar el control de la propia vida. En ocasiones se escoge el papel de víctima y se puede llegar a tener el sentimiento que todas las personas le tratan mal; se queja todo el tiempo, de enfermedades, del tiempo, de la vida que le toco vivir, creyendo que es injusto lo que le pasa, tomando una actitud pasiva y negativa, siente infelicidad y se suele pensar que merece algo mejor y que no puede hacer nada para cambiar las cosas.
La Rabia
Es una emoción explosiva que debe saber manifestarse, la persona suele comportase de forma impulsiva y sin control en sus palabras y actos, y muchas veces crece en su interior, sintiéndose desbordada por la emoción sin resolver, siendo esta destructiva, creando una olla de presión dentro de ella, que al estallar puede provocar daños a ella misma y a otros. Esta emoción esta detrás de mucho resentimiento acumulado, pero al lograr controlarla y canalizarla puede ser la clave para un buen bienestar emocional.
El Rencor
El rencor es un sentimiento que carcome al ser humano, es como un veneno que lentamente va destruyendo y ocasionando enfermedades en el cuerpo del que lo vive (insulto, engaños, ofensas, traiciones, se pierde la confianza) creando una amargura en su ser.
El rencor es uno de los sentimientos de enojo profundo y persistente para quien lo siente en su interior, un resentimiento arraigado que desequilibra y enferma pues este le lleva al deseo de vengarse; el rencor permanece muchas veces por años incluso hasta la muerte.
Como cultivar una vida sana:
- Asumir la responsabilidad de sus actos, dejar de juzgarse así mismo, aceptarse tal como es. La responsabilidad es la capacidad de reaccionar ante una situación.
- Una persona afectada por algún daño que le han ocasionado debe poner límites, adquirir confianza en sí mismo, dejar fluir los pensamientos que vienen una y otra vez y son destructivos, y cambiarlos por pensamientos y conductas positivas; buscar ayuda con psicoterapeuta.
- Debe vivirse el enojo un rato, y luego respirar profundo varias veces, esto ayuda a procesar la información recibida para responder de forma asertiva, lo cual ayuda a no responder con agresividad.
- El rencor se puede ir sanando, al perdonarse así mismo cada herida que se siente para perdonar a los demás, perdonar no significa olvidar o justificar el daño que le hicieron, ni restaurar la relación con la persona, el perdón ayuda a tener paz y salud mental, calma y serenidad y evita muchas enfermedades.