Todos sabemos que la lactancia materna es lo mejor que se le puede dar a nuestras hijas e hijos, y todas las madres deseamos amamantar desde que nacen nuestros bebés; lastimosamente no todas lo logramos. Hay algunos tropiezos que hacen que desmayemos en el camino. Según datos de la última Encuesta de Salud materno-Infantil en Guatemala, el 31% de todos los niños y niñas de 0 a 1 mes de edad ya están siendo alimentados con biberón, y la mitad de nuestros hijos e hijas a los 12 meses recibe lactancia y biberón. Los últimos estudios antropológicos han determinado que la lactancia natural debería durar entre 3 y 7 años, pero vemos que a la mitad de nuestros niños se les deja de amamantar cuando llegan a los 20 meses de edad. Para evitar que las lactancias no fracasen, aquí hay algunos aspectos muy importantes a tomar en cuenta:
Empoderamiento: La lactancia es la norma biológica y es natural; pero es un arte que se ha ido perdiendo y es necesario reaprenderlo. Cada día vemos menos madres con lactancias exitosas, por lo que las madres beben leer e informarse. Desde el embarazo hay que buscar información de buenas fuentes, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), La Liga de la Leche Guatemala, Ministerio de Salud y UNICEF, entre otras. Actualmente en internet hay muchas páginas de madres y bebés con consejos de lactancia, pero éstos podrían no ser imparciales pues hay publicidad masiva de fórmulas lácteas y productos como pepes o biberones (pachas) que interfieren con la lactancia, y el hecho que esta publicidad exista en estas páginas, nos dice que la información que dan puede que no sea 100% verídica.
Planificar y comunicar la lactancia: Aunque suena a que la lactancia no se planifica, esto es un tema de suma importancia. Se debe saber con antelación qué conocimientos o qué tipo de apoyo en cuanto a lactancia me ofrecen las personas que están a mi alrededor. La pareja, madre, abuela, suegra, etc. Y también los profesionales de la salud que me atienden: la matrona o comadrona, el doctor/a ginecóloga/o, la/el pediatra. Se deben conocer las políticas de lactancia del lugar en donde se va a atender el nacimiento, si hay disponibilidad o no de acceder a una consejera o asesora en lactancia cuando sea necesario.
Si se es madre trabajadora, es necesario anticipadamente percatarse de las políticas de lactancia de la empresa en la que se labora, y saber qué tipo de arreglos o acuerdos se pueden llegar cuando sea el momento de reincorporarse a la vida laboral para garantizar la lactancia del bebé. En Guatemala, según la ley la madre goza de una hora para la lactancia, y también existe la baja por maternidad. Platicar con nuestro jefe o jefa y con todas las personas que nos rodean es indispensable para que la lactancia funcione.
Confianza en sí misma: ¡Nuestro cuerpo es un templo maravilloso diseñado para dar vida! Si la madre ha sido capaz de nutrir y alimentar al bebé dentro del vientre por 9 meses, será totalmente capaz de alimentarle una vez afuera, a través de sus pechos. Así como otras partes del cuerpo, los pechos vienen con diferentes formas, tamaños, colores, pero todos son capaces de producir leche suficiente para el bebé. No es necesario prepararlos antes de amamantar, o acaso se preparan las piernas para caminar, ¿o las orejas para escuchar?
En los primeros días después del parto, es muy fácil caer en la “trampa de la fórmula”; en donde la madre siente que no produce suficiente leche, le da a su bebé un biberón de ayuda o complemento, el bebé se sentirá lleno por más tiempo, por lo que dormirá más (aunque esto significa que la fórmula es muy difícil de digerir, por lo que toda la energía de ese cuerpecito se concentra en su aparato digestivo, y dormir más NO es una buena señal), y al estar más tiempo dormido, el bebé succionará menos, y por consiguiente si no hay estímulo de succión, el cuerpo de la madre no va a producir suficiente leche (esta vez siendo real la falta de leche, por falta de estimulación en los pechos) y el ciclo se repite otra vez. Lo que realmente se necesita, es que el bebé esté junto con mami, desde el momento en el que nace, sin interrupciones, los dos conociéndose, amándose, y permitiendo fluir las hormonas e instintos que hacen posible la lactancia. Toda cría mamífera nace con los instintos necesarios para hacer posible la lactancia: el instinto de búsqueda del seno materno y la succión. Así como también todas las madres mamíferas nacen capacitadas para alimentar a sus recién nacidos… o ¿alguna vez has visto a una mamá delfín o mamá gata dudando de sus pechos y su leche…? ¿O a algún cachorrito de león llorando porque quiere fórmula en lugar del pecho de su madre…? En el reino animal esto no existe, pues aún no les ha llegado la falsa información que nos rodea a los humanos.
Buscar el mejor comienzo: La lactancia debe iniciarse durante la primera hora de vida. Por lo que independientemente si fue parto normal o cesárea, se ponga al bebé en contacto piel a piel con su madre desde que nace durante una hora completa, así como también esperar los procedimientos rutinarios como revisiones o chequeos de peso, vacunación y baño del bebé para después de la primera hora. Asimismo, es necesario permitir el alojamiento conjunto, es decir, que madre y bebé permanezcan en la misma cama todo el tiempo. Este paso logra que el bebé regule su temperatura corporal, el azúcar de su sangre, su frecuencia respiratoria y cardiaca cuando se encuentra piel con piel con su mamá; quien es su lugar seguro y lo único familiar que reconoce extraútero. También hay beneficios para la madre: Existe menos dolor, mayor tranquilidad, y la madre aprenderá a reconocer las primeras señales de hambre del bebé: se despierta y voltea su cabeza buscando el pecho, se chupa su manita, gime suavemente. Es muy importante reconocer las señales tempranas para lograr que el bebé agarre el pecho de forma correcta. El llanto es una señal tardía de hambre; lo que significa que se han tardado demasiado en alimentar al bebé, y probablemente rechace el pecho. Cuando un bebé llora, es necesario calmarlo primero a través de sostenerlo en brazos, arrullarlo y mecerlo, para posteriormente colocarlo al pecho una vez que se calme.
Buscar un grupo de apoyo a la lactancia materna: Actualmente, La Liga de La Leche de Guatemala ofrece muchísimos grupos de apoyo en donde mamás voluntarias comparten su tiempo y experiencia con otras mamis primerizas que presentan alguna dificultad con sus lactancias, o simplemente necesitan aprender o sentirse apoyadas. Los grupos madre a madre son una herramienta en donde puedes encontrar los 4 pasos anteriores: información y empoderamiento, planificación, comunicación y herramientas para un buen comienzo de la lactancia. También existen otros grupos de apoyo a madres en los centros de salud de las localidades, en clínicas maternas, en hospitales, clínicas y otros. La maternidad es un cambio de vida muy importante, y es indispensable rodearse de mujeres que tengan los mismos sentimientos y decisiones que nosotras hemos tomado, quienes tengan una mano amiga o una palabra de aliento cuando más se necesita. Los grupos de apoyo van más allá de la información; son una tribu, una agrupación social integrada por un conjunto de personas que comparten un origen, costumbres y creencias, en donde a veces llegamos a desahogarnos y a que alguien nos escuche. Y con eso, también se apoya la lactancia.
La lactancia no es como la pintan, es un estilo de vida y un estilo de crianza. Rodearte de personas clave hará más fácil el camino hacia una lactancia larga, exitosa y feliz.